Jorge Semprún no es el único de la saga Maura que estuvo la semana pasada en Madrid. Su hermano Carlos nos ha visitado para presentar su nuevo libro, titulado A orillas del Sena, un español. Lo ha publicdo la editorial Libertad Digital/Hoja perenne, nueva en estas lideas, y es la continuacion de aquellas memorias que publicó en Planeta hace años con el sugestivo título de El exilio era una fiesta. Si en la primera ya asomaban las razones de su evidente discrepancia con Jorge, en esta entrega se exponen por lo menudo. Carlos Semprún no se corta un pelo a la hora de denunciar que su hermano, como tantos otros, utilizó los privilegios de su militancia comunista para sobrevivir en los campos de exterminio nazis. El libro no evoca sólo eso, naturalmente, pero digamos que es lo que debería suscitar más interés por la novedad de que se hable de estas cosas en nuestro país, siempre tan pacato. Desde luego su lectura no deja indiferente e incluso produce a veces cierto desasosiego, cuando no incomodidad; el mismo/la misma, que debió sentir el autor al hablar de cosas que le tocan, de manera tan viva, en lo más hondo. Jorge, por su parte, había venido a la inauguración del Congreso sobre la Guerra Civil. Está bien que se realice un congreso de historiadores sobre un episodio histórico que debería estar superado, por muy luctuoso que sea. Hora va siendo, sobre todo si tenemos en cuenta que a los jóvenes del 2006 les separan 70 años de los hechos. Los mismos que nos separaban a los jóvenes de 1968 del desatre de 1898. Échale un galgo. |
Comentarios