Son Anna Ajmátova y Marina Tsvetáeiva y a ellas dedico mis dragones y mazmorras de esta semana (findesemana.libertaddigital). Mi admiración por la primera la he manifestado ya en ese mismo periódico; como fue al principio de los tiempos, no se conserva en los archivos de LD pero lo he “picado” en silva de varia lección
Pues vaya esta muestra, Gramático, pero como se trata de un poema épico y el género se resiste al fragmento, permíteme que explique el contexto: Es el Libro IV de los XII que configuran la obra; Satán, ya caído, enrabietado, decide vengarse y se dirige al Edén, donde retozan, en plena edad de la inocencia, Adán y Eva. Sus intenciones no pueden ser peores y es sorprendido por los guardas nocturnos de Gabriel soplándole al oído maldades a Eva. Le pillan, lo llevan ante Gabriel, el "angélico guerrero" quien le interroga y entre los dos ángeles se entabla una descomunal batalla dialéctica que concluye de esta manera:
"Satán, tu fuerza yo conozco y tú la mía,/ninguna propia, dadas ambas: qué absurdo pues/jactarse, si tus armas sólo pueden lo que el Cielo/les permita, y así las mías, aunque ahora bien capaces/de pisarte como cieno; y por prueba mira arriba,/lee tu destino en ese signo celestial/en que eres calibrado: qué trivial, qué ligero,/si resistes". El Demonio alzó la vista y supo/su platillo levantado: sólo eso, mas huyó/murmurando y, con él, las sombras de la noche." Op. cit., Libro IV, pag. 259
¿Te vale?
Publicado por: julia | 21/01/2006 en 00:34
Esclarecedora reseña. Pero concretamente en el caso del Paraíso Perdido, cuánto me habría gustado una mustra de traducción. Siquiera media docena de versos.
Atentamente,
Gramático
Publicado por: Gramático | 20/01/2006 en 23:43
Parece, según mis precarios datos, que Pushkin le proporcionó a Gogol, en distintas ocasiones, temas para sus obras. "El inspector", "Almas muertas", etcétera. La erudición no es mi fuerte, así que este comentario va un poco a bulto.Pero qué gran escritor el bueno de Gogol...
Publicado por: javier | 16/01/2006 en 10:08
Es cierto, Javier, tienes toda la razón y te agradezco la enmienda a mi flagrante anacronismo: Pushkin murió casi treinta años antes de que naciera Chéjov, así que difícilmente le podía haber regalado ningún argumento. Fué, efectivamente a Gógol, y -corríjeme si me equivoco- creo que se trataba de Taras Bulba.
Publicado por: julia | 15/01/2006 en 21:24
Creo recordar que a quien "regaló" Pushkin un argumento fue a Gogol: el de "Almas muertas". Qué pena la destrucción de la segunda parte de esta obra: una de las mayores pérdidas, a mi modesto juicio, de la literatura universal.
Publicado por: javier | 15/01/2006 en 10:45