Ayer, desafiando el frío, la lluvia y las recomendaciones de la DGT, estuve en la manifestación convocada por las víctimas del terrorismo. No fui como votante del PP, sino por ellas, porque lo consideraba justo y necesario. Conozco a mucha gente que también lo considera, pero no se atrevieron a demostrarlo porque son votantes de izquierdas. Gente que pone a caldo al gobierno en las cenas y reuniones privadas, que está en contra del “Estatut”, de desgarrar a Cataluña y al País Vasco, pero a la hora de votar, se comportan de manera totalmente irracional y contribuyen a que se perpetúe la injusticia que con tanto ardor denuncian en la intimidad. Y algunos son parlamentarios, socialistas con carné y toda la pesca. ¡Qué duro estar sometido a la muy burguesa y tradicional tiranía de qué dirán! ¡Ay la izquierda reaccionaria! Pero no todos pasan por el aro y asisten; eso sí, son militantes de base, nada mediáticos y que pueden permitirse el lujo de pasar desapercibidos. No para mí, y yo les admiro y les saludo desde aquí. Seguro que también me los voy a encontrar el día 4 manifestándose a favor de Dinamarca. Y aprovecho para recordar la convocatoria. Volviendo a la de ayer, sigo sin comprender por qué el gobierno no se rinde a la evidencia. Yo no sé si llegamos al millón o lo rebasamos, pero lo imposible es que hayamos sido 110.000. Con esa ridícula afirmación están avalando la importancia de esa manifestación ciudadana.
En otro orden de cosas me he alegrado un montón de que César Vidal (que aparece en la foto durante la manifestación de ayer) ganara el Premio de Novela Histórica Alfonso X “El Sabio”. Primero, porque les va a fastidiar mucho a los progres, y después porque es la demostración palpable de que los premios literarios españoles dotados por las editoriales no se rigen por criterios ideológicos –como el Nobel, el Príncipe de Asturias, el Cervantes- sino por criterios puramente comerciales. César Vidal había ganado, no sin polémica, el último Torrevieja de novela y ahora éste. Y ganará el Planeta el año que viene, y si no al otro. César Vidal escribe más que el Tostado y si pinchan en el enlace verán que, mutatis mutandis, hay más de una concomitancia, pero sobre todo, vende, y la pela es la pela.
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