De vuelta a "la normalidad", a la cruda y dura realidad de los periódicos y del trabajo, del nonoslocreemos.com. A cada paso, un susto, a cada noticia, un berrinche. Pintan bastos en España y es casi mejor no enterarse de nada. Pero eso es tan difícil como no envejecer. Hubo una época en que yo apenas leía los periódicos pero es porque eran pura rutina, como leerse un boletín oficial, pero desde que Jon Manteca (alias “el cojo Manteca”) empezó a romper farolas allá por los años ochenta, no he conocido descanso. No sé por qué salió a relucir este personajo en una conversación con un amigo. ¡El cojo Manteca! El héroe urbano del movimiento estudiantil que acabó con el ministro Maravall e inauguró una nueva manera de protestar, a base romper farolas y cabinas telefónicas con las muletas.
Aquellas manifestaciones fueron un ilustre precedente de las actuales revueltas parisinas contra el primer (y último) empleo que hoy asombran a Europa por su eficacia, como asombró en su momento el triunfo absoluto de los terroristas del 11M que no sólo mataron a infieles sino que además cambiaron un gobierno que les molestaba por su valentía. Está claro que en el viejo continente, y sobre todo en España, el sadomasoquismo es la opción sexual preferida. Les enfants de la patrie están tan contentos con el resultado que han decidido arreglar la política de inmigración, del mismo modo que aquí, “ellos”, “las fuerzas inalterables del bien”, como llamaba Orwell a los que se obstinan en controlar las voluntades, pretenden que aplaudamos a ETA y olvidemos a los muertos. ¿Qué fue del fementido cojo? Llegó a ser tan popular que el loco de la colina lo entrevistó en Sevilla y dicen que murió, aunque no sé si a consecuencia de eso. El amigo con el que hablé de esto era un joven profesor en la época y recordaba aquello con cierta nostalgia; se le había quedado grabada una consigna que coreaban los chicos: ¡Esos de marrón/¿de qué colegio son?! Se referían a la policía, a la que habían cambiado el uniforme para lavarles la imagen y dejaran de ser aquellos temidos “grises” de mi juventud, y a los que yo no recuerdo con nostalgia.
Sras, Sres:
Por una vez en la vida, siquiera por una sola, se siente uno con plena autoridad para hablar de algo, siquiera de cosa tan lejana como fueron aquellas tremendas manifestaciones ochenteras a las que la Facultad de Biología se acogió con tan poco entusiasmo como fingida pasión sindical por no sé que injusticia más o menos desdichada.
Lo admito, aunque reconozco que ni aún hoy, pasado tanto tiempo, me arrepiento. Me uní a la manifestación por dos razones: por pura curiosidad y por verle los andares a la niña de mis ojos de aquél entonces tan lejano. La causa general o la desdicha particular de los futuros licenciados (entre los que no me encontraría jamás, pues en buena hora abandoné la facultad antes de que me maldijera con un título) se me daba una soberana higa septembrina.
Y fue así como ocurrió. El comité que organizaba la huelga, entre cuyos agrios miembros, gran felicidad, no se encontraba mi amada, había contratado los servicios de un cierto personaje muy de moda con el fin de garantizarse la debida publicidad. Iba uno bajando por la calle del Turia, y entre una multitud más dada a la litrona que a la proclama un tipo canijo, sucinto de modales y con voz de cazalla se subió al petril y agitándose como un King Kong en miniatura proclamó la entrada en escena de, sí, el Cojo Manteca. Y ahí fue cuando ocurrió.
Apenas escuchada la voz de aviso, mi atención se volvió hacia una falda revolada por la brisa levantina que como un rompimiento de gloria amaneció entre el tumulto de estudiantes. Mi niña, la dulce y no tan casta niña valenciana de mis ojos fenicios, me había visto de lejos y venía a saludarme. Me perdí irremediablemente en sus ojos y en su escote y en su falda y en sus manos, y ni siquiera un crujir de cristales me sacó del embrujo. Lo que a seguidas oí fue, sin dejar de mirarla, un griterío y un revuelo junto a mí, y cuando quise adelantarme hacia ella, fuente de mi sed, un tremendo garrotazo me tumbó al suelo, sí, justo a sus pies.
Sabe, Cojo Manteca, que te la tengo jurada. Es cierto que mi niña, que hasta entonces no lo era, se apiadó del caído y le limpió las heridas tras llevarlo a su casa. Es cierto que la herida sanó, un formidable moratón que me cruzaba la espalda causado por tu muleta desbocada por la cerveza gratis y por cientos de ángeles blancos no menos gratuitos que el comité organizador de la manifa había puesto a tu santa disposición, amén de cubrirte los gastos del viaje, con tal de que montases bronca hasta reventar farolas a muletazos y, de paso, revolar tu muleta entre el gentío, hasta que me acertaste a mi. Y no es menos cierto que aquella mañana mi sueño se cumplió, no en poco gracias a tu soberbio estacazo. Pero no te perdono: recuerdo como si los viera ahora los pies de la inminente amada ante mis ojos a ras de suelo, y eso de que para amar uno deba sufrir garrote previo sería muy sindical y muy liberador, pero a mi, sábelo ahora, no me hizo ni puñetera gracia.
Un día yo también subiré donde tu estés ahora, y te buscaré. Deslomarte como hiciste conmigo no, porque las almas no tienen cuerpo, pero ya encontraré la manera celestial de devolverte el arponazo que me diste, y puede que entonces, cuando te vea derrotado y dolido a mis pies, te ofrezca mi mano y te de las gracias. Pero sólo entonces.
Tuyo affmo.
José Antonio Martínez Climent
en Alicante
Publicado por: José Antonio Martínez Climent | 14/04/2018 en 11:33
Hola Ivan, me gustaría contactar contigo para hablar sobre tu hermano, estoy haciendo un trabajo sobre los años posteriores a la transición y me gustaría saber tu opinión.
Publicado por: Daniel San Frutos Herrero | 09/02/2017 en 12:05
Hola, casualmente encontré la la entrevista del "Cojo Manteca" en YouTube, solo tienes que poner "Cojo manteca y jesús quintero" y te aparecerá. Iván, estoy haciendo un trabajo de fin de carrera sobre la cultura de los 80, del desencanto y del punk, tomando como referencia a tu hermano. Me gustaría contactar contigo para hablar. Un saludo.
Mi correo es [email protected].
Publicado por: Daniel San Frutos Herrero | 06/02/2017 en 11:20
hola soy carlos vivo en peru y hasta aca es conocida su leyenda del cojo manteca era un chiste y un tipo fuera de lo comun mis raspetos al cojo lo conoci por la revista interviu y por la resvista el jueves , esa que sale los miercoles a lli le hacian chiste y chascarrillos de su persona no sabia que en españa era un tipo tan querido y tambien odiado un obraso de aqui asu posteridad
un chiste de el era
un padre a su hijo : tienes que sacar buenas notas o no hay mezada
el hijo : no me atarantes papa que se lo digo al cojo y es peor eh.
Publicado por: carlos castillo diaz | 15/06/2009 en 13:05
Yo no se ...pero he dado con ese blog, porque el caso de Arnau M. me ha hecho recordar al cojo manteca. ¿Qué hace un niño bien, hijo de Montilla destrozando cabinas teléfonicas ?
Publicado por: Joan | 19/04/2008 en 19:43
Hola a todos,voy a poner un granito de arena a favor de el cojo,para mi Yon.Un chaval alegre,atleta,un poco chinche pero buena persona y amigo de sus amigos.Una chiquillada le rompio la vida,subirse a una torre de luz,su mayor pecado,su ruina.A quien no le cambiaria la vida? Juzgamos a una persona que no lo ha tenido facil en esta vida.Cuando le vi la primera vez despues del accidente,con aquella cicatriz en la cabeza,que tenia por lo menos cuatro centimetros de lado a lado,como si de una diadema se tratara...Unos años despues,cuando se fue a Vitoria a vivir,lo vi,en la cuchi y estuve con el,pero ya estaba pillao,por las drogas,que culpa se le puede hechar,Yo el recuerdo de el es bueno aun cuando estaba realmente jodido,quien le ha intentado hechar un cable,si no al cuello escribiendo y dandole una fama para llenar sus bolsillos.Cuando era pequeño era un chou verlos a todos los hermanos detras de su padre en bici,eran ciclistas y buenos.Un recuerdo para los hermanos,en especial a Salva que es con el que mas contacto he tenido.Y que mis palabras sirvan para conocer un poco mas a Yon,no al cojo.
Publicado por: Marce | 23/01/2008 en 21:11
Ivan, desconocía todos esos detalles que cuentas. Tampoco he seguido nunca muy de cerca ese tema. Sólo recordaba esa imagen que dio la vuelta al mundo y a la luz de las cosas que hemos tenido que ver y soportar después, te diré que tu hermano fue un precursor benévolo pues la emprendía con las farolas y no con las personas. Respeto tu dolor por su memoria de tu hermano y me parece bien que expliques su gesto y le defiendas. Te diré también que la entrada a él dedicada ha sido de las más visitadas de mi blog y desde todas las partes del mundo, casi tanto como la de "La muerte de Cortázar", que también despierta mucha expectación. Por algo será.
Un saludo y mi pésame por la pérdida de tu hermano.
Publicado por: Julia Escobar | 29/11/2007 en 00:02
yo recuerdo muy bien a Joni. Mi hermano. La pena es que nadie se dio cuenta de las verdaderas razones , por las cual el se metio a dar muletazos dicho dia. Fue por que el vio como un policia , disparaba en la pierna a un estudiante y no por otra razon, la pena es que nadie se intereso de su opinion, si no que fue a ser la noticia mas destacada a la cual los periodistas le dieron mas importancia, como un joven con muletas se divertia rompiendo la cartelera del Banco, envede concentrarse en la verdadera rozon de sus actos. un acto injustificable por parte de dichos periodistas""Profesionales"".
muchos saludos a todos aquellos que conocieron a "el Cojo Manteca"
No murio de Sida, Si no de Fallo Cardiaco y a su despedida, acudieron muchos familiares y amigos, no com El Pais escribia. les tenia que dar verguenza escribir tanta mierda sobre su fallecimienta. El Pais, un periodico tan grande.
gracias y adios: Ivan Manteca Cabañes
Publicado por: Ivan Manteca Cabañes | 24/11/2007 en 10:05
el kojo manteka esta en mi pueblo, en mi casa...se llama luis alfredo jorge andres y para abreviar le llamamos chichi!! Homenaje a M.Gila gracias!
Publicado por: yoyo | 02/11/2006 en 21:58
hola a todos.
Alguien que tenga el video del programa
EL perro verde!!
donde se ve la entrevista de Jon Manteca alias
"el cojo manteca"
Publicado por: ivan manteca | 31/10/2006 en 12:27