He recibido ayer una misiva solicitando mi apoyo para difundir un manifiesto titulado "Paremos el genocidio de los africanos". En dicho manifiesto, y según palabras de mi corresponsal “ se denuncia la violación de una gran parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que están cometiendo numerosos gobiernos europeos, tanto dentro como fuera de su continente, con los africanos que intentan huir de la extrema pobreza” y se “exigen responsabilidades y urgentes medidas a los gobiernos, partidos políticos, iglesias y todas las instituciones públicas de los países ricos, por la situación que en el continente africano se está produciendo desde hace ya mucho tiempo”.
Mi corazón, mi piedad, mis mejores sentimientos están con África y con los oprimidos de Latinoamérica. Espero que si comparten esos sentimientos y pinchan el texto del manifiesto, experimenten la misma repugnancia que he experimentado yo ante la manipulación de la realidad y de la historia, envuelta en un vocabulario edulcorado que produce bascas. A la hora de denunciar a los violadores de los derechos humanos, los abajofirmantes (entre los que se cuentan los miembros de la plataforma “nonosresignamos”, cuya eficaz campaña de acoso y derribo durante las anteriores legislativas animo a imitar) olvidaron a los más importantes: los gobiernos de los sufridos países africanos cuyas prácticas corruptas hacen imposible cualquier desarrollo, el desvío sistemático de las ayudas, el abuso de las clases dominantes (que no son precisamente europeos ni americanos).
Por si fuera poco, cuando aluden a la esclavitud, omiten el papel de los árabes en el tráfico de esclavos –y ahora en el tráfico de emigrantes- sin cuya experiencia y orientación poco hubieran podido hacer los malvados blancos (y malvados eran los que eso hacían). ¿Por qué no les “exigen responsabilidades” a todos ellos?” ¿Por qué al mencionar a las instituciones públicas se olvidan de los sindicatos? ¿Es que no tienen nada qué decir o hacer al respecto?
Y, por último, ¿cómo se atreven a “exigir” nada a las iglesias? ¡Precisamente a las iglesias, cuya ayuda sincera está siendo sistemáticamente boicoteada por muchos de los abajo firmantes y desde luego perseguida por muchos de los gobernantes de los países concernidos! Los abajo firmantes no están precisamente desinformados, tienen nombres y apellidos rimbombantes, escriben, se supone que piensan.
“Mientes, Marcelino, y tú lo sabes”.
Sencillamente, nonoslocreemos.com
Todo manifiesto que disponga de las firmas en cabeza de Darío Fo, Saramago y Rosa Regás sólo puede significar una cosa. Es una mentira.
Publicado por: rojobilbao | 03/04/2006 en 21:09
"Toda la banda está aquí". Pero me gustaba más Carmen Miranda.
Publicado por: Javier Rey de Sola | 01/04/2006 en 15:39