Estoy aprovechando mi asueto para ver episodios atrasados de El Ala Oeste de la Casa Blanca , serie norteamericana de televisión que, estoy segura, tiene que indignar a la mayor parte de los progres españoles, tanto más cuanto que el Presi es demócrata y su gabinete luce alguno de los ejemplares más letales de la especie. Por eso les tiene que machacar el trigémino ver que un representante de su ideología favorita (suponiendo que sea ésta y no el marxismo leninismo o el nacionalestupidismo) termina los discursos con un “Dios proteja a América”, asiste sin reparos a misas solemnes ( su perplejo ayudante le pregunta por qué lo hace, ya que hay separación Iglesia/Estado, y el Presidente le contesta sin ambages: “qué más da”), defiende los valores más tradicionales que defenderse puedan y hace mucho caso al Papa, por referirme a uno de las personalidades agraviadas últimamente por nuestro “demócrata” particular, el señor Rodríguez.
Quienes no le caen nada simpáticos a ese presidente de ficción son, ¡oh casualidad! los islamistas y se puede decir que, además de asistir al trajín diario de un gabinete tan importante, no hay episodio en el que no nos metamos en la recóndita sala de operaciones donde se toman decisiones arriesgadas y se rigen los destinos del mundo. Ahí, en un episodio grabado en 2003 los altos jefes militares ponen como ejemplo de lógica implacable lo que haría Israel si Hizbolá disparara cohetes contra su territorio: que inmediatamente atacaría al Líbano. No hace falta ser muy avispado, por otra parte. En otra ocasión vemos como se prepara (y se ejecuta) un atentado en terreno neutral para acabar con un ministro del Qumar (país ficticio de Oriente Medio) autor de los peores atentados terroristas pasados, presentes y futuros al que es imposible detener ni procesar oficialmente.
El Presidente (insisto en que es demócrata) lo tiene muy claro: nunca dialogará con los terroristas y los perseguirá a muerte donde quiera que estén. Yo diría incluso que este es el principal mensaje. Es más, en un episodio especial dedicado al 11S, los miembros del gabinete van explicando a un grupo de estudiantes que visita la Casa Blanca que nunca hay que hacer tal cosa y ponen como ejemplo que la ETA lleva en España cometiendo atentados sin alcanzar ningún resultado. Claro que está filmado antes del 14M del 2004. Si lo hubieran filmado después de esta fecha habrían tenido que cambiar el guión, como los aliados de ZP nos lo han cambiado a nosotros.
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