Un buen amigo me aconsejó que para no desatender mi blog olvidara mis pretensiones de hacer de cada entrada un artículo porque sino, y visto lo visto, no volvería a escribir en él en la vida. Él blog me retiró del diario, al que era bastante más asidua por eso de la impunidad, pero a este paso el no poder responder a las expectativas que me he impuesto va a hacer que me retire de la propia escritura. Estas "virutas de carpintero", como llamaba Machado a las reflexiones al margen, o al pasar, son a veces una materia riquísima para el escritor y un excelente ejercicio de campo, como el bloc de dibujo para el pintor. Anotemos pues, y olvidemos el resultado; de lo que se trata es de ejercitar la memoria retratando el día a día.
Hoy, por ejemplo, cuando doña Realidad (como llamaba Galdós a esa matrona despeinada y autoritaria que nos impide soñar) nos ha golpeado con su razón cotidiana de ignominia, lo que me ha llamado la atención ha sido el detalle absurdo de un ministro dirigiéndose a la prensa en pijama ... mientras comunicaba la noticia tristísima de esas muertes que se podían haber evitado conque tan sólo hubiera cumplido -ese mismo ministro- las promesas que hizo en el parlamento, con traje y corbata, de que a ningún destacamento español en misión de paz, naturalmente, le pasaría nada grave ante un posible ataque terrorista porque se tomarían las medidas necesarias para impedirlo. Por ejemplo, un inhibidor de frecuencia (coste 1.000 euros) que hubiera invalidado el ataque. Ambas imágenes, la del ministro en deshabillé (hoy) y el ministro trajeado (ayer), las he visto gracias a ese estupendo método que utiliza Telemadrid en sus informativos de echar mano de los archivos para que no olvidemos.
Ahora se abren unos cuantos interrogantes ¿Para cuando la manifestacion de los actores saltarines contra la desidia del gobierno? ¿Se abrirá una investigación para determinar la culpabilidad del gobierno, como ocurrió con el accidente del Yak-42 en Turquía? Creo que conocemos la respuesta.
Y ya que hablamos de manifestación, no se olviden de pasarse el miércoles 27 a las 19h por la calle Jerez para defender libertad y todas esas cosas en las que nos obstinamos en creer, a pesar de los gestos desabridos de doña Realidad. Es frente la Embajada de la República de Irán, esa misma ante la que se manifestaban las progres antaño, gritando aquello de "Jomeini, cabrito, ponte tú el velito". ¡Qué cosas! y ahora casi todas las que eso cantaban forman parte del coro de viudas de Sadam Hussein y son partidarias del burka , si es posible, afgano.
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