Un amigo que me ilumina en materia de religión y a quién tanto debo, me recomienda un libro que me está poniendo los pelos de punta, "Los cuatro sermones sobre el Anticristo", de John Henry Newman (editorial El buey mudo), canonizado en 2010 por Benedicto XVI. Como proclive a la oratoria y a la retórica, siempre me han atraído las prédicas. Me gusta extrapolar, parafrasear y descubrir profecías en textos pretéritos, sean en sí mismo proféticos, especulativos o exegéticos En la misa, no perdono una mala homilía y no me importa si es pecado de soberbia o de lo que fuere; como decía Lope de Vega, no "escrupulizo" con ello; me basta con recordar lo que decía Chesterton sobre que al entrar en la Iglesia hay que quitarse el sombrero, pero no la cabeza. Mas voy al grano. Lean esto que destaco del libro -seré breve, por lo de los derechos de autor- pero sobre todo, lean el libro, que recoge los cuatro sermones que Newman predicó en el Adviento de 1835:
pp.37-39: "...¿Acaso no existe en este mismo momento un especial empeño en casi todo el mundo en prescindir de la religión, más o menos evidente en este o en aquel lugar, pero mas visible y formidablemente en aquellas regiones más civilizadas y poderosas? ... ¿No existe un empeño febril y permanente por deshacerse de la necesidad de la religión en los asuntos públicos? por ejemplo, el intento de desembarazarse de los juramentos, con la excusa de que son demasiado sagrados para los asuntos de la vida corriente. ¿No existe el intento de educar sin religión, o sea, poniendo a todas las formas de religión al mismo nivel? ... Sin duda existe actualmente una confederación del mal, que recluta sus tropas de todas partes del mundo, organizándose a sí misma, tomando sus medidas para encerrar a la Iglesia de Cristo como en una red... ¿Creéis acaso que él (Satán) es tan inexperto en su arte como para invitarlos en forma abierta y clara a unirse a él en su combate contra la Verdad? No, él les ofrece cebos para tentarlos. Les promete libertad civil; les promete igualdad; les promete comercio y riqueza; les promete exención de impuestos; les promete reformas... Les promete iluminación, ofreciéndoles conocimiento, ciencia, filosofía, ensanchamiento de la mente. Él se burla de los tiempos pasados y se mofa de toda institución que los venere. Él les sopla lo que deben decir y luego los escucha, los alaba y los alienta. Él los incita a ascender a la cima. Les enseña como convertirse en dioses. Luego ríe y hace bromas e intima con vosotros..."
Hasta aquí Newman (el traductor es anónimo y así lo consignan en los títulos de crédito del libro). Y si digo que me ha puesto los pelos de punta es porque yo -y sé que muchos de quienes esto leen han tenido experiencias similares- he comido y bebido con ese Satán del que habla Newman: Mi satán particular -muy altamente situado en las sombras que rigen los destinos de la nación, hoy en estado de alarma- se mofaba de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, cuando un día pasábamos delante de ella: "¿Para qué sirve esta Academia, es más, para qué sirven todas esas Academias? "¿Para conservar y transmitir el legado intelectual y moral del pasado?" -aventuré yo- ¿Para qué sirve el pasado? -replicó- Es un lastre ¡habría que destruir todas las Academias y sus vejestorios! Ese mismo satán ha ayudado a necios a que asciendan a la cima y les sopla lo que deben hacer y decir; les escucha, alienta y alaba, gana dinero y les hace ganar dinero a ellos, y luego se ríe y bromea e intima conmigo y con otros. Siguiendo con el libro, ninguno de los cuatro sermones deja indiferente. Todos dan en el clavo, en todos reconocemos, casi con nombres y apellidos a los voceros del Anticristo, venidos de Gog y Magog y hasta barruntamos cuán cerca se localizan estos amenazadores parajes. Pero hay más. Termina el volumen con una carta del obispo Hosley, escrita en Oxford, en 1838:
"En los tiempos del Anticristo, la Iglesia de Dios sobre la Tierra, como bien podemos imaginar, verá grandemente reducido el número aparente de fieles, debido a la abierta deserción de los poderes de este mundo. Esta deserción comenzará por una indiferencia hacia toda forma de cristianismo, bajo apariencia de tolerancia universal. Mas dicha tolerancia no procederá de un verdadero espíritu de caridad e indulgencia, sino de un designio de minar el cristianismo por la multiplicación y fomento de las sectas. Dicha pretendida tolerancia irá mucho más allá de una justa tolerancia, incluso en lo que concierne a las diferentes sectas de cristianos. Pues los gobiernos pretenderán ser indiferentes a todas y no darán protección preferencial a ninguna. Todas las Iglesias establecidas serán echadas a un lado. De la tolerancia de las más pestíferas herejías pasarán luego a la tolerancia del islamismo, del ateísmo y por fin, a la persecución explícita de la verdad del cristianismo. En esos tiempos el Templo de Dios se verá prácticamente reducido al Sancta Sanctorum, esto es, al pequeño número de verdaderos cristianos que adoren al Padre en espíritu y en verdad, y que rijan estrictamente su doctrina y su culto, y toda su conducta, por la Palabra de Dios. Los cristianos meramente nominales abandonarán la profesión de la verdad cuando los poderes del mundo lo hagan (...) Los bienes del clero serán entregados al pillaje, el culto público será insultado y rebajado por estos desertores de esa fe que una vez profesaron, quienes no pueden ser llamados apóstatas pues nunca fueron sinceros en su profesión. Ésta no fue más que condescendencia con la moda y la autoridad pública. En el fondo siempre fueron lo que ahora demuestran ser: paganos. Cuando esta deserción general de la fe tenga lugar, entonces (...) no habrá nada de esplendor en la apariencia externa de sus iglesias; no tendrán apoyo de los gobiernos, no tendrán honores, ni emolumentos, ni inmunidades, ni autoridad; sólo tendrán aquella que ningún poder humano puede arrebatar, y que ellos reciben de Aquel que les ha encargado ser Sus testigos."
Quien tenga ojos para ver que vea, quien tenga oídos para oír que oiga.
Temo que Francisco no le hubiera creado cardenal. Imagínate beatificarlo.
Publicado por: rojobilbao | 01/12/2014 en 22:35