“¿Qué fábricas eran éstas? Eran esas pequeñas fábrica que hay en los pueblos vetustos y opacos: tal vez una almona; luego, al lado, una almazara; después, más lejos, acaso uno de esos viejos alambiques de cobre que van destilando lentamente, asentados en grandes anafes negruzcos…”
(Azorín, Las confesiones de un pequeño filósofo)
“El comercio moderno ha simplificado de tal suerte las compras que ya no son divertidas. Con el precio fijo ha desaparecido la emoción del regateo. Con la claridad, la limpieza y orden de los establecimientos actuales, el comprador no se siente explorador: una breve exhibición, un seco “Envíemelo usted”, y ya está”.
(Emilia Pardo Bazán, De siglo a siglo, 1898)
“Un rasgo de caridad individual puede quedar oculto: la caridad social y colectiva es, en su esencia, pública. Hasta tiene que serlo por decoro, pues donde media dinero, todo se ha de divulgar y hasta imprimir. ¿Acaso funcionan las Sociedades de San Vicente y Beneficencia domiciliaria en los subterráneos?”
(Emilia Pardo Bazán, De siglo a siglo, 1896)
“Las casas tenían entonces pocas comodidades: no había cuarto de baño, pocas estufas, y mucho menos calefacción central. Se leía y se escribía, en el rigor del invierno, al calor del brasero”.
(Pío Baroja, Familia, infancia y juventud)
“Los vendedores de periódicos voceaba “El Globo”, y la calle de Alcalá mostraba todavía su fisonomía característica, en el trozo comprendido entre la Puerta del Sol y el Prado. A los ventanales de los cafés de dicha calle se asomaban las “peñas” de literatos, cómicos, toreros, artistas y gente de viso”.
(Antonio Velasco Zazo, Panorama de Madrid).
“Gracias al tranvía, las ventajas del coche son accesibles a todas las clases sociales; no hay cansancio, no hay distancias; es en verano el mejor abanico, en invierno, una garita protectora y es, además, para el pobre, un Casino, una Bolsa donde se entera del alza y baja, recoge noticias, galantea, charla, dice y oye donaires, hace política y hasta implora la caridad”.
(Emilia Pardo Bazán, De siglo a siglo, 1897).
“En la primera década que reseño todavía existía la palabra inglesa “sport” y no se había ideado la de “deporte”. A la persona dedicada a varios de ellos se la llamaba ’sportman’…”
(José Alfaro, Madrid, primera década del siglo XX)
“En 1903 había en Madrid cerca de cien automóviles matriculados y tenía el número 1 (registrado en 1902) el coche del Marqués de Bolaños”.
(José Alfaro, Madrid, Primera década del siglo XX)
Comentarios