En la ardiente adversidad
Si algo llamaba la atención en Antonio Buero Vallejo era su aspecto serio, casi trágico y su capacidad para mantener un prolongado silencio en sociedad. Esa reserva daba a su trato cierta aridez que pronto quedaba desmentida por las escasas, pero acertadas, palabras que desgranaba.
Su porte traducía su biografía, marcada por la adversidad y no me refiero sólo a los desastres de la guerra y a la terrible prueba de sobrevivir a una condena a muerte, sino también a la pérdida de su hijo Enrique, atropellado por un camión a mediados de los ochenta. La eficacia de su obra dramática fue tal que a los pocos años de salir de la cárcel logró el reconocimiento oficial de quienes lo metieron en ella. A partir de ese momento, y hasta el final de su vida, obtuvo todos los premios a los que un autor de teatro español puede aspirar.
En el extranjero, Buero Vallejo es el autor dramático español más conocido, de Estados Unidos a Armenia. En España, y sin él buscarlo, la gente le admiraba. Su popularidad era inmensa, dentro de la confusión que reina entre la gente en estos aspectos... Julio Caro Baroja contaba que en una ocasión, tras haber aparecido en una entrevista por televisión, le abordó una persona por la calle y dijo al también severo antropólogo: “Usted es Antonio Buero Vallejo, le he visto ayer por televisión”.
Hoy hace cien años que nació en Guadalajara y murió el 29 de abril del 2000.
Muy acertado el recuerdo, Julia. Buero fue vecino de unas tías mías, en la calle Hermanos Miralles -ahora, general Diez Porlier, creo-. Alguna vez, de niña, pasé por su casa donde había unas magdalenas de merienda que ahora se vuelven proustianas. Abrazo.
Publicado por: Elvira Huelbes | 02/09/2016 en 17:36
Pues un beso y un Merecido Homenaje a Gran Señor como Gran Persona que era D. Antonio Buero..." Ser Buena Gente", cuando decimos tal cosa es como oler el pan recién salido de un horno, que mérito tiene las cosas básicas de la vida, tras ver tantos lujos y cursilerías que quedan en nada.
Y ya como escritor...D. Antonio, Grandísimo, desde su historia de las escaleras, desde jueces en la noche...¡que sabiduría tan hermosa la de aquellas personas!, la gente cultiva más el cuerpo que la mente en la actualidad...¡anda que anda! diría un personaje de D. Antonio.
" Un Soñador para un Pueblo", precioso título...no quedan ni soñadores ya...pues si no tenemos sueños no sé que empuje vamos a darle a la vida, porque falta le hace.
¡Y D. Julio Caro Baroja que Señor tan lindo también!
Publicado por: Teresa Cabarrush | 29/08/2016 en 19:04