Me tocó hace poco participar en un coloquio sobre Clarín dentro de un ciclo titulado 'Clásicos de la modernidad', donde no podía faltar este gran hipercrítico que lo arriesgó todo en aras de lo que él entendía por "higiene y policía" literarias. En efecto, si repasamos la recepción y difusión de su obra, veremos que él fue el principal responsable de esas espinas que se le cruzaron en el camino de la gloria.
A pesar de ser el autor de La Regenta, una de las novelas más representativas de su generación, Clarín no sólo no fue famoso mientras vivió, como muchos de sus iguales en valía literaria -Galdós, Valera, Pardo Bazán-, sino que concitó el enojo de muchos de sus contemporáneos. Porque ese respetable catedrático de Derecho Romano de la Universidad de Oviedo, honrado padre de familia que, como dijo su gran amigo Adolfo Posada, sólo conoció en vida las "estrecheces poco envidiables de una modesta burguesía", era el flagelo de los talentos en flor.
Es casi un lugar común admitir que su reputación literaria se vio enturbiada por su labor como crítico literario. Puede parecer injusto, pues también Juan Valera o Emilia Pardo Bazán cultivaron la crítica, pero a diferencia de éstos, Clarín se despeñó por la vía de la sátira y la descalificación. También le acusaban sus contemporáneos de celebrar en sus amigos ocurrencias que nunca perdonaría a los neófitos. Ese supuesto pasteleo no le libró de enemistarse incluso con los escritores más reputados, como la propia doña Emilia ("el día en ese hombre se muera, ¡fiesta nacional", escribe esta última a Lázaro Galdiano), ni de perder el favor de este importante mecenas.
El hecho fue que Clarín murió en 1901, a los 49 años, olvidado incluso de sus enemigos, lo cual facilitó su descenso al purgatorio de los escritores, pese a los esfuerzos de Azorín, Pérez de Ayala y pocos más. Tuvimos que esperar casi cien años para que "la eternidad" le situara, por fin, en el indiscutible y primerísimo lugar que ocupa ahora, entre los grandes.
Publicado en La Gaceta de Los Negocios, el 10 de abril de 2006
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