Si reproduzco lo que escribí durante todos estos años sobre la matanza del 11M, no es sólo por pereza de escribir algo nuevo, ni porque tenga una contractura de cervicales que convierte la escritura por ordenador en una verdadera tortura; es porque lo suscribo punto por punto e incluso pienso que me quedé corta. Como dice una amiga mía muy ingeniosa: A lo escrito me repito.
Publicado en La Quimera el 12/03/2006 con el título de "A dos años vista"
Dos años del 11M, acontecimiento de cuyo alcance aún no nos hemos recuperado y difícilmente lo haremos, así que pasen años y más años. Quedarán los muertos, los familiares de los muertos, el miedo a que se vuelva a repetir, a pesar de almoneda de las libertades (los verdugos y los bandidos nunca tienen demasiada sangre ni demasiado poder). Si supiera hacerlo, gustosamente copiaría en este blog algunos documentos sonoros, que guardo como oro en paño, de aquellas jornadas electorales y que, al parecer, se perdieron en el hiperespacio. En ellos, y en otros por el estilo, queda demostrado de manera irrefutable, que se produjo un verdadero golpe de estado mediático y no por parte del gobierno precisamente; lo que no consiguió Tejero con sus pistolas y sus bigotes, lo consiguieron un grupo de fanáticos pagados por vaya usted a saber quién. Tal vez alguna vez lo sepamos. Tal vez no. De todos modos ahí quedan para la historia algunos cedés donde se puede escuchar a la "cadena amiga", incitando a romper las normas más elementales de la democracia. Un ejemplo de civismo aquella noche. Entiendo por qué muchos de los jovencitos que vivieron muy emocionados su único momento revolucionario, se sienten ahora consternados cuando se les menciona la posibilidad de que estuvieran burdamente manipulados. Otros eran mayorzotes con berberechos en los cojones, que lo hicieron para que tomaran nota los más que previsibles nuevos amos; tampoco les gusta demasiado que se les recuerden esas cosas. Por algo será.
Por mucho que le moleste a Zapatero el voto que le ha llevado inesperadamente al poder ha tenido su origen en el miedo. Este malhadado movimiento del alma es muy mal consejero, nunca se le ha conjurado cediendo a él y, en vez de espantarlo, llama al peligro del que pretende huir. Además el miedo, en contra de lo que se suele decir, no es libre, o ha dejado de serlo desde el 14M.
Después del atentado los partidos deciden unánimemente interrumpir la campaña electoral, en señal de duelo. Todos, Ibarretxe el primero, creen lógicamente que ha sido ETA. Muy pronto el gobierno habla de Al-Qaeda. Cierto periódico, conocido desde el 12S por culpabilizar a las víctimas y ensalzar a los verdugos, repite proeza el 12M y afirma que si el autor de la matanza es Al-Qaeda y no ETA, podría pedirse responsabilidades a Aznar.
Ese mismo día, haya sido ETA o Al-Qaeda, el mundo entero viene a llorar con nosotros. No saben que España, puerta de Europa, se dispone a abrirla a los terroristas, cediendo al chantaje.
La izquierda moviliza a todos sus medios, que no son pocos. Tienen prisa. Lo que ocurrió a partir de ese momento es uno de los ejemplos de desinformación y manipulación más descomunales de los últimos tiempos. No importa el pacto de los partidos, no importan los muertos, de cuerpo presente: el fin justifica los medios. Hay que ganar las elecciones.
El 13M, el tam-tam se pone en movimiento para servir en bandeja a la oposición una campaña electoral improvisada, pero bien orquestada; a través de los móviles circulan rumores absurdos. Los teleñecos movildirigidos no son conscientes de la manipulación y durante varias horas, insultan y acosan las sedes del PP, emulando a ciertos episodios del nacionalsocialismo, o sea de los nazis.
Causaron alarma social, rompieron las reglas del juego, pusieron a prueba la democracia. Si la Junta Electoral, que sigue el caso, no toma medidas al respecto, se habrá inaugurado una nueva forma de campaña electoral que no es que dé miedo, es que causa literalmente espanto.
nota (actual) a este último párrafo: Así ha sido, de forma que en muchas universidades (extranjeras, claro) se cita este bochornoso episodio como ejemplo de la manipulación electoral. Me río yo de Trump y sus contubernio con los rusos.
NO HAY QUE OLVIDAR LO INOVIDABLE, e investigar 'de verdad' qué pasó el 11-M.UN CARIÑOSÍSIMO RECUERDO PARA LAS VÍCTIMAS, LOS HERIDOS, Y SUS FAMILIARES.
Publicado por: José Luis Millán | 11/03/2017 en 20:16