Amos Oz, Un descanso verdadero, traducción de Raquel García Lozano, Siruela, Madrid, 2001, 449 página. (Publicado en Libertad Digital el 23 de abril de 2001)
Amos Oz, Premio Israel de Literatura (1998) y candidato al Premio Nobel es, junto a Abraham B. Yehoshúa, uno de los novelistas israelíes más conocidos internacionalmente. A estos dos escritores, de quienes se podría decir que son "igual de distintos", habría que añadir a Batya Gur, magnífica novelista, más joven que ellos e igualmente diferente. Creo que no es una casualidad que los tres hayan sido traducidos al español en la editorial Siruela, que siempre se ha destacado por su atención a la producción literaria de lo que conocemos por "otras culturas", algunas de las cuales, leídas de cerca, interesan mucho a la nuestra, como es concretamente el caso de la novela hebrea.
Es muy de agradecer también el especial cuidado en encontrar traductores de las lenguas originales y no recurrir al cómodo expediente (del que se ha abusado tanto en nuestro país) de traducir de versiones previas, francesas o inglesas, práctica que podía entenderse en épocas en que los conocedores de "lenguas exóticas" eran exclusivamente filólogos acostumbrados a un tipo de traducción muy diferente a la que exige una perspectiva puramente literaria. Esto, afortunadamente, ha cambiado (gracias entre otras cosas a una oferta editorial mucho más variada y abundante) y la prueba la tenemos en esta traducción realizada directamente del hebreo por Raquel García Lozano.
En Un descanso verdadero la preocupación por el destino de la sociedad hebrea es el telón de fondo donde se desarrolla el hilo argumental. Oz elige un momento de la historia israelí especialmente delicado: los dos años previos a la Guerra de los Seis Días, es decir, los años 65-67, aunque el conflicto bélico –que se va presintiendo durante toda la novela y en el que combatió el autor– ocupa finalmente muy poco lugar en la acción. Lo más destacable aqui son las páginas dedicadas a su experiencia en el kibbutz, donde entró tras el suicidio de su madre.
Los lectores que ya conozcan o hayan tenido la ocasión de introducirse en la vida de ese experimento colectivista que es el kibbutz de mano de Batya Gur en su novela Asesinato en el kibbutz se sentirán muy familiarizados con el escenario de esta novela de Amos Oz, porque el gran protagonista es, una vez más, esa claustrofóbica y, al mismo tiempo, acogedora forma de vida. que fue fundamental en la educación sentimental de Oz. Pero lo que en Gur era franco rechazo es aquí nostálgica mirada a unos ideales abocados directamente al fracaso: el kibbutz no es ya más que una alternativa de vida familiar y social –entre otras opciones más liberales– cuyos resultados son altamente cuestionables. Más que una crítica del movimiento kibbutziano hay aquí un brillante y entretenido análisis de la compleja sociedad que genera el desarrollo de esa peligrosa utopía.
Nota 2017: En 2005 Amos Oz publicaría su gran obra maestra autobiográfica Una historia de amor y oscuridad por la que recibió el premio Goethe de Literatura.
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