(Publicado en La Gaceta de los Negocios, el 22 de agosto de 2005).
Una amiga inglesa me escribió el otro día para darme el pésame por los soldados españoles muertos en Afganistán y responder, de paso, al que le dirigí en su día por los atentados del 7 y 21 J. A ella no le cabe duda de que es un episodio más de la guerra que nos ha declarado el Islam, cuyos líderes actúan en nuestros países con el mayor descaro.
Me recordaba que el año pasado el Consejo Islámico de Gran Bretaña solicitó al ministerio del Interior que tipificara como delito “la incitación al odio religioso”, esto es, criticar el Islam, y que Will Cummins, publicó un artículo en el Telegraph donde contaba que el alcalde de Londres acababa de recibir con todos los honores a Yusuf al-Qaradawi, la más destacada cabeza del movimiento islámico en Gran Bretaña.
“Sólo se puede decir que lo inconcebible está pasando –escribe mi amiga– y a una velocidad de vértigo. Si Inglaterra admite renegar de la libertad de expresión contra el Islam, está encabezando el suicido de las libertades. No es que estemos como en los años treinta, sino mil veces peor. ¿Pero por qué? No lo puedo comprender.
“Progres y no progres, y ésta es la razón de mi más negro pesimismo, coinciden en no tener ni idea de lo que piensa el adversario. De sus palabras se deduce, por ejemplo, que creen que toda la cosa del Islam está contenida en el Corán. Hasta ahora no he oído a ninguno manifestar el más mínimo conocimiento de que la sharía no se deduce del Corán, sino de la tradición.
“Por eso quizá piensan de buena fe que con la ‘alianza de civilizaciones’ se resuelve la cuestión. Es horrible que nadie mencione la palabra ley, ni aparentemente alcance a plantearse si en una sociedad pueden coexistir dos sistemas legales. Estamos dando entrada en nuestra casa a algo que no sabemos lo que es, así de sencillo. ¿También sería delito lanzar una campaña para conocer el Islam? No veo nada más urgente.”
Lo cierto es que yo tampoco, pero como se la encarguen a los expertos que asesoraron a la comisión del 11M estamos listos.
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