Dentro de ese poemario, que llevo arrastrando desde hace diez años y que siguiendo mi inveterada costumbre, tardo tanto en dar a la luz porque nunca lo doy por terminado del todo (entre otras cosas porque la búsqueda del editor me da una pereza espantosa) estoy introduciendo una serie de textos en los que doy rienda suelta a mi fascinación por las palabras, dejándome arrastrar no sólo por sus significados más inmediatos, sino por su sonoridad y los ecos e imágenes que éstas presentan. Nada que ver con el surrealismo ni ninguna otra forma de experimentación post vanguardista (valga el oximoron, ya que todo vale) y mucho con la exacta búsqueda del significado que mejor exprese lo que se quiere decir, sin concesión alguna al pensamiento único, sea o no políticamente correcto. Estas alternativas a algunas palabras, ya desgastadas por el abuso mediático y universitario, obedecen a eso y no a otra cosa, siendo muy libre cada cual de querer volar libremente o seguir siendo lo que esperan de él los políticos y las autoridades competentes.
Alternativas.
Frente al mimo, el arrumaco.
Frente a la trampa, el señuelo.
Frente al incidente, el percance.
Frente al truco, la artimaña.
Frente a la ilusión, el embeleco.
Frente a la opción, la alternativa.
Frente al desorden, el desconcierto.
Frente a la posverdad, el montaje.
Frente al montaje, la entelequia.
Frente a la falsedad, la pamema.
Frente al asombro, el pasmo.
Frente al consentimiento, la anuencia.
Frente al rechazo, la renuencia.
Frente al disfrute, el goce.
Frente a la fobia, la aversión.
Frente al empoderamiento, el mando.
Frente a la solidaridad, la compasión.
Frente a la compasión, la misericordia.
Gracias, Miguel y que se repita la chocolatada.
Publicado por: Julia Escobar | 11/05/2018 en 22:29
Arrumaco, embeleso, goce. Me ha encantado este ejercicio de clara y luminosa sinonimia. Ayer, con el concurso del chocolate, pasamos un rato estupendo. Abrazos.
Publicado por: Miguel Marañón Barrio | 11/05/2018 en 13:26