Ayer se presentó en la Librería de editores, en la calle Gurtubay de Madrid, el número 13 de la colección "Baroja y yo" en Ipso ediciones, del que es autor Mariano Zabía. Le han precedido en el empeño escritores como Soledad Puértolas, Luis Antonio de Villena, Raúl Guerra Garrido, Justo Serna y Jon Juaristi, entre otros. Este último, en su calidad de presentador, hizo hincapié en el barojismo del autor, su condición de lector inveterado de Baroja y la entrega total a su obra.
El libro se titula "La sensación de lo ético" que es, entre otras cosas, lo que para Zabía representa el legado barojiano. "La sensación de lo ético -dice el autor de este ensayo- es el fundamento de la moral barojiana y, a mi juicio, la verdadera protagonista de toda su obra, una sensibilidad moral que nos ha dejado páginas importantes y de una extraordinaria belleza."
En este breve ensayo de 75 páginas (característica de la colección en la que ha sido publicado) Zabía integra todo ese universo barojiano, situándolo, más allá de la anécdota, en su vertiente moral: "piedad, compasión, simpatía humana son los conceptos fundamentales del universo moral de Baroja, pero también de su impulso poético; son -dice Zabía- los elementos básicos de su ética, pero, por eso mismo, también de su estética."
Al leer estas páginas, sinceras, desprejuiciadas, libres de cualquier lastre académico, o sea, verosímiles y en las que no sobra ni falta absolutamente nada, no se puede tener la menor duda del exhaustivo conocimiento de la obra de Baroja que tiene su autor y la compañía que, como confiesa él mismo, le ha hecho durante toda su vida:
Muy significativas son también las alusiones a sus fuentes, libros como "Barojiana", de varios autores (él cita concretamente a Benet), o "Los Baroja", de Julio Caro Baroja, para entender desde qué perspectiva, y en qué lado de la barrera está situado el autor, en ese lado donde nada hay que pueda escapar a su perspicacia lectora.
Jon Juaristi aludió en un momento dado a cierto comentario de Fernando Savater sobre lo confortable que resulta leer a Baroja, tomando un caldo caliente de pollo. Recuerdo haber leído que a Camba, las novelas de doña Emilia Pardo Bazán le daban ganas de veranear. A mí personalmente, las novelas de Baroja me dan ganas de cruzar los mares.
Mariano Zabía, "La sensación de lo ético", Nº 13 de la colección "Baroja y yo", Ipso ediciones, Pamplona, 2018.
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