Es curioso comprobar hasta qué punto todo lo que se relaciona con los médicos nos atañe de manera tan cruda. Pasa igual que con los policías, los abogados y los políticos. Todos trabajan con el lado oscuro de la vida, y por ello son temidos, tal vez odiados, pero tremendamente necesarios, de ahí el éxito de muchas películas y series de televisión y de algunas novelas como La enfermedad de Sachs (En español: Akal, traducción de Naomi Ruiz de la Prada) No se trata de ningún tratado médico, pero la práctica de la medicina es el motor del libro, como corresponde a la profesión de su autor, el novelista francés Martin Winckler, que ejerce en provincias (así es como se dice en Francia), igual que el personaje principal de su novela, el Dr Sachs.
La novela es sobrecogedora. No sólo porque su técnica narrativa sea de gran eficacia (los enfermos, que son los verdaderos protagonistas, van construyendo, consulta tras consulta, la trama) sino porque en sus páginas está encerrada la historia misma de la condición humana. La enfermedad de Sachs no es si no la de comprender demasiado bien a sus pacientes, compadecerlos, en el sentido literal del término, entender que la enfermedad es un termómetro del bienestar familiar y social. Sachs -y supongo que su creador, Winckler de quién es claramente un trasunto- es un médico atípico que escucha a los enfermos y que considera que su misión es curar pero también aliviar el dolor según la conveniencia del paciente y no de la Facultad o de sus familiares.
Por su implacable análisis de la patología, física y moral, de la familia y de la sociedad, por sus propuestas y sus lecciones, este libro no es ya de por sí un consuelo para los enfermos (y todos en algún momento lo somos) sino que debería de ser lectura obligatoria para todos los médicos: los buenos, verán que no están solos ni tan locos como podrían sugerirles sus compañeros «cuerdos» y algunos de éstos tal vez comprendan que el estetoscopio que les cuelga del cuello no sustituye al corazón que han olvidado en la taquilla donde se han cambiado de ropa.
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