Nota previa: Cualquier parecido de lo escrito aquí, hace ya diez años, con el presente es pura coincidencia, pero dónde pone Zapatero, léase López y dónde dice 11M, lease 1J de 2018, lo demás es historia.
(Publicado en La Gaceta de los Negocios, el 29 de marzo de 2008)
Anuncia Zapatero que lo mejor de su paso por este planeta “está por venir”, y media España se queda sin aliento. Rascando de aquí y de allá, parece que le salen las cuentas y que podrá rematar así la fulminante faena de desconstrucción (que no “deconstrucción”, como impuso en su día una mala traducción de las teorías filosófico-lingüísticas de Jacques Derrida) iniciada en 2004 por su partido, al que el otro día alguien rebautizó con unas siglas bastante afortunadas: el ZOE.
Dicen que, con este nuevo triunfo, ZP ha conseguido sacarse la espina del 11M que tanto le molestaba. ¡A ver quién se atreve ahora a mirarle por encima del hombro a cuenta de que es un “presidente por accidente”! Porque el PP, entre descontentos e indecisos y a pesar de haber tenido muchos más votos que en las pasadas elecciones, no ha podido –o sabido- vencer, como habría sido lo lógico.
El PSOE, sin embargo, ha convencido de tal manera a los votantes que algunos no han visto la necesidad de mantenerse en sus incómodos y mal aireados reductos y han optado por apuntalar las filas de tan interesante salida electoral. Han preferido engordar la cola del león que hocicar en la cabeza del ratón.
¿Para qué votar a un partido nacionalista o comunista, o cualquier otra cosa peor, si el ZOE contiene y aquilata todos los elementos inimaginables de disgregación/concentración nacional y de descodificación de los parámetros morales que estaban desperdigados, aquí y allá en diferentes opciones, a cual más horrible?
Zapatero tiene un sueño. Una pesadilla de la que no se quiere despertar y que quiere compartir con todos. Una fantasía a la que quiere dar cuerpo, lo que fatalmente la convierte en una perversión. La materialización del “ideal”, de eso saben mucho los sadomasoquistas… Sarna con gusto no pica
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