La Gaceta de los Negocios, 14 de diciembre de 2007
Sé que hay mucha gente de izquierdas que, espantada por los destrozos y la incompetencia del gobierno actual, antes que escuchar al sentido común y votar por consiguiente al PP, o incluso no votar, prefieren soñar que el partido de Rosa Díez y Fernando Savater es una salida honorable, y lo es… tanto como intentar pescar la luna reflejada en un charco.
A mí me gustaría ayudarles a resolver ese terrible dilema, sobre todo ahora que UPyD (Unión, Progreso y Democracia) está pidiendo dinero a la gente para poder salir adelante, a falta de bancos que les avalen.
Si yo estuviera en esa tesitura, antes de echarme la mano al bolsillo, y por muy reembolsables que sean esos bonos (será si ganan, digo yo) les preguntaría unas cuantas cosas básicas, de esas que han hecho que muchos de los que antes eran de izquierdas se pasaran a lo que los fanáticos de la secta llaman “el lado oscuro” (bendito sea).
Les preguntaría, por ejemplo, qué piensan de Juan Benet y de los señoritos de izquierdas que cuando vino Soltzenitzyn a España le insultaron, aplaudiendo el GULAG entre carcajadas y burbujas de cava.
No me conformaría con saber cuál es su opinión sobre ETA sino que les pediría que se explicaran sobre el Islam y lo que implica su “modo de uso”: terrorismo indiscriminado, odio a las demás religiones, odio a las mujeres y a los homosexuales, castigos terribles para los transgresores de esa su ley e incluso para las víctimas de violaciones, etc.
También me gustaría saber su opinión sobre los faranduleros que, como Javier Bardem, piden ¡en la Cuba de Fidel! (la última es que le mantienen en vida para que no le procesen en España) la cabeza de José María Aznar, mientras babean por obtener un Óscar, o un Globo o lo que sea que reluzca, en los Estados Unidos, país odiado pero que alberga un número incontable de tontos útiles, en particular en Hollywood.
Y no vale acusarles de inconsecuencia. El otro día, el potentado-productor (que no empresario) Jaume Roures (“soy marxista, ¿y qué?”, dijo en este mismo periódico) parafraseó a Marx presumiendo de… ¡sus propias contradicciones internas!
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