Ante el incendio, aún no sofocado, de la catedral de Notre Dame he desempolvado mi traducción (aún en proceso) de las primeras estrofas del famoso poema que dedicó Charles Péguy a Santa Genoveva, patrona de París, la cual, en un acto de heroísmo impropio de una humilde pastora, incitó a la defensa de París, asediada por los hunos que, gracias a ella, fue repelida en 450, dando pie a que seguidamente los ejércitos de Teodorico y Merovingio derrotaran a Atila.
SANTA GENOVEVA DE PARÍS
CHARLES PÉGUY
(Fragmento)
Como había guardado rebaños en Nanterre,
la pusieron al mando de uno muy diferente,
la más enorme horda en que lobo y oveja
hayan jamás mezclado sus comunes miserias.
Y así como a la tarde velaba solitaria
sentada en el corral o en la orilla del río
al pie del mismo sauce y del mismo abedul,
vela ahora en París, ese monstruo de piedra.
Cuando llegue la tarde con que concluya el día,
es ella, la caduca y la antigua pastora,
quien, uniendo París y sus alrededores,
Lleve con paso firme y con mano liviana,
por la última vez y a la última alquería,
el rebaño más vasto a la diestra del Padre.
Comentarios