A pesar de la caída del muro de Berlín, de la ampliación del campo de batalla al terrorismo islámico y al cambio climático, la tipología del progre común europeo ha evolucionado muy poco desde sus comienzos. Esta variante sigue aferrada a las viejas milongas que les hablan de lo estupendo que es ser de izquierdas. Suyo es el saber, la ciencia, la cultura, suyos son el poder y la gloria. No voy a refutarlo aquí con los nombres ni con las biografías de los escritores, científicos y pensadores de primera línea que no se corresponden con ninguno de los esquemas izquierdistas al uso. La lista es mucho más larga e interesante que la que ellos sacan para demostrar lo contrario. A lo escrito me remito: basta con consultar cualquier enciclopedia (incluida la wikipedia) para saber que están equivocados y que sus mejores intelectuales lo son de tercerilla, cuando no unos indeseables y unos cómplices de los muchos verdugos que ha dado esa ideología.
No es esta la única mentira de la izquierda —asumida a su vez por la propia derecha que les envidia esa supremacía en el mundo de la cultura— hay otras mucho peores que siguen teniendo fortuna, sobre todo entre los jóvenes desinformados y, desgraciadamente, entre otros menos jóvenes y bastante más informados. Una de ellas es el odio irracional hacia Israel. Todos sabemos las amenazas renovadas del presidente de Irán contra un Estado que no sólo tiene derecho a existir, sino que existe “por culpa” de las circunstancias históricas más espantosas de las que tengamos memoria, circunstancias contra las que lucharon denodadamente esas izquierdas que hoy apoyan la “causa” de los terroristas. No todos lo hacen, gracias a Dios, y la prueba está en que uno de los convocantes de la manifestación del próximo miércoles en Madrid, frente a la Embajada de Irán, es la Asociación de Solidaridad España-Israel, formada casi íntegramente por militantes del partido socialista. Confiemos que, gracias a ellos lo que empiece ahora no sea “la cuenta atrás para la destrucción de Israel” (Ahmadineyad dixit), sino la cuenta atrás para la recuperación de Israel por parte de la izquierda española.
Publicado en La Gaceta de los Negocios, el 25 de junio de 2007
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