¡Qué mal lo hubiera pasado San Isidro de haber tenido que fichar! Afortunadamente, no era así en su época y gracias a Dios pudo atender a su trabajo y a sus devociones. Felices fiestas de san Isidro a los madrileños e "Isidros" adheridos.
"San Isidro"
Lope de Vega
A la hacienda que tenía
iba Isidro cada día,
oyendo misa primero,
porque era Dios el lucero
con que Isidro amanecía.
En la vuelta o la partida,
sin descanso y sin comida,
daba mil gracias contento,
al que es luz, gracia y sustento,
agua, pan, vestido y vida.
Miraba las maravillas
que el verde campo brotaba,
y a Dios tantas gracias daba
que las aves, por oíllas,
mudas entonces dejaba.
En la más mínima flor,
que puso Naturaleza
el aurora en la cabeza,
de su divino Hacedor
contemplaba la grandeza.
Al lirio blanco y lustroso
se humillaba vergonzoso;
a la oliva y a la rosa,
porque a la virgen hermosa
las comparaba su esposo.
Ver El verdadero amante. Lope de Vega y el amor de José María Marco
Ilustración: San Isidro Labrador, de Joseph Ritter von Führich
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