Mañana, sábado 9 de noviembre, se conmemorará en Madrid el trigésimo aniversario de la caída del Muro de Berlín en un coloquio en el que estará presente, entre otros, el editor y coautor de El libro negro del comunismo, Stéphane Courtois. Aunque, y concretamente en Francia, ya se había tratado el tema de los crímenes del comunismo, este libro, publicado en 1997, fue tal vez el primero en el que se los equiparaba sin tapujos a los del nazismo, para gran escándalo de la izquierda. Este fue el pistoletazo de salida para que se levantara la veda, que ha culminado en la ingente trilogía de Thierry Wolton, Une histoire mondiale du comunisme, (Grasset, 2017-2018), y en la biografía, Lénine, l'inventeur du totalitarisme, de Stéphane Courtois, (Perrin, 2017), en el centenario de la Revolución de 1917. En el evento de mañana intervendrán también Federico Jiménez Losantos, autor de Memoria del comunismo, Hermann Terstch, autor de La venganza de la Historia", Francisco José Contreras, Francisco Cabrillo y Ángel Fernández, presidente de El Club de los Viernes, leerá el manifiesto "Por un Nüremberg del comunismo".
Y propósito de El Libro negro del comunismo, editado por Stéphane Courtois, me preguntaban el otro día si la traducción de Espasa (Planeta), de 1998, la había hecho César Vidal. No fue así en su totalidad, pues, al tratarse de una traducción urgente -apareció en noviembre 1997 y se tradujo en 1998- hubo que dividir la tarea, cosa normal en un libro colectivo y extenso (850 pp.). La Primera parte: "Crímenes del comunismo", de Stéphane Courtois y "Un Estado contra su pueblo", de Nicolas Werth, la tradujo, en efecto, César Vidal. La traducción de la Segunda, "Revolución mundial, guerra civil y terror", que firman Stéphane Courtois y Jean-Louis Panné, y donde hay un capítulo dedicado a la intervención soviética en España, al que el malogrado Horacio Vázquez-Rial, en su reseña en Libertad Digital (13/05/2010), considera complementario al Libro Negro de Carrillo de José Javier Esparza, es obra de Mercedes Corral; La Tercera, "La otra Europa, víctima del comunismo", de Andrzej Paczkowski y Karel Bartosek, que trata de los países del Este, la tradujo Mª Victoria Esteban-Infantes; La Cuarta, "Comunismo de Asia: Entre la reeducación y la matanza”, de Jean-Louis Margolin, Mauro Armiño y, por último, la Quinta parte, "El tercer mundo", de Pascal Fontaine, Yves Santamaria y Sylvian Bouloque, la tradujo José Fiuró.
Horacio Vázquez-Rial, en la reseña de Libertad Digital, se ocupaba en realidad de la reedición en Ediciones B, de 1910, pues la primera edición de Planeta/Espasa estuvo agotada (o desaparecida) mucho tiempo. Al explicar dicha desaparición, Vázquez-Rial señalaba: “Nótese que la edición de Espasa es de 1998, hecha en pleno gobierno del PP, lo que no significa que fuese el gobierno quien dera el visto bueno para su aparición… puedo refutarlo porque me consta el interés del gobierno por hacerlo, dicho sea en su honor.
En diciembre de 1997, volvía yo a Madrid, de un curso que impartí en Bruselas sobre mi traducción de Henri Michaux, y en el aeropuerto, y posteriormente en el avión, me encontré con Miguel Ángel Cortés, Secretario de Estado de Cultura a la sazón, que al ver en mis manos el recientísimamente aparecido y por mí adquirido, Le livre Noir du communisme, se interesó vivamente por él, expresando su deseo de que fuera traducido al español y me pidió el teléfono. Nada más llegar a Madrid, concretamente el 5 de diciembre, como pude comprobar en mis diarios de ese año, recibí de inmediato una llamada del Ministerio de Cultura, de la Dirección General del Libro, para interesarse por el asunto.
Esto no me convierte en la responsable de su publicación en Planeta (fueron otras las editoriales en las que yo pensaba), pero sí en cierto modo en la impulsora de la misma en España. No me cabe duda de que el director general del libro estaba tan informado -si no más que yo- sobre a quién tenía que acudir, como así fue, y en un cortísimo espacio de tiempo, se tradujo y se publicó en Espasa, editorial del grupo Planeta. Tampoco dudo que, una vez agotada, o ninguneada, secuestrada o lo que fuere, la edición, condenaran la obra al purgatorio de los libros malditos, de donde fue rescatado en 2010 por Ediciones B. Tout est bien qui finit bien!
Y en esas estamos: la próxima, mi crónica del evento al que, Deo volente, voy a asistir, por supuesto.
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