Publicado en TheObjective.com el 15 de abril de 2020 con el título de "Carlos Semprún, el hombre sin miedo.
Una semana antes de que el cielo cayera sobre nuestras cabezas, recibí un correo de París convocándome a una visita al Centro Pompidou donde se iba a inaugurar, a mediados de mayo, un ciclo titulado “Galerías del Siglo XX”, una de cuyas salas estaría dedicada a la galería Nina Dausset. En ella se exhibirían obras de Tanguy, Henri Michaux, André Masson, Max Jacob y algunos otros artistas con los que ella se trataba. Nina era la segunda mujer de Carlos Semprún Maura y ese correo despertó mi mala conciencia porque recordé que el año pasado se cumplieron los diez años de la muerte de Carlos -Nina, que era siete años mayor que él, le seguiría cinco años después- y a mí, tan respetuosa de esas cosas, se me pasó, y me temo que no sólo a mí.
Yo le conocí, allá por los setenta, sobrellevando una clandestinidad relativa. Ya en la democracia, se instaló de manera más o menos permanente en Madrid y empezó a trabajar para el recién creado Diario 16. Publicó muchas cosas en ese singular periódico en el que yo también colaboré posteriormente. Sus críticas de cine eran demoledoras y fue responsable de que Pilar Miró, que acababa de estrenar “El crimen de Cuenca”, tuviera una seria depresión al leer la crítica (¡Pero qué le he hecho yo!, cuentan que decía).
Para seguir leyendo:
https://theobjective.com/elsubjetivo/carlos-semprun-el-hombre-sin-miedo
Comentarios