Estado de miedo. Crónica de una pandemia anunciada/5
La reclusión: tiempo en el espacio confinado. Somos espacio inamovible, el tiempo es lo que pasa y ahora, más que nunca, la repetición es el referente de su paso.
Eso de que estando recluidos tenemos más tiempo es una falacia, y más cuando el objetivo es defenderse de un enemigo invisible. Y así, en vez de comer juntos o tomar un café, amigos y familia, intercambiamos con ahinco insólitas recetas de higiene. ¡Hay que intentar vivir!
Lo bueno de que no poder salir de casa -me dice una vecina por la ventana- es que no tengo que ir al trabajo, con sus madrugones, sus fastidiosas reuniones, el tráfico de ida y vuelta, etc. Lo malo, es que no tengo tiempo para nada.
Creo que una señora ha "denunciado" que hay vecinos que no salen a los balcones y ventanas a aplaudir a las 8 de la tarde y pide a la Justicia algún tipo de sanción para ellos. Lo que no me han aclarado es si se conforma con una multa o quiere algo más drástico.
Las denuncias vecinales dan la pauta de la que se avecina. Sólo falta que pongan a los supervivientes del Covid19 una tarjeta amarilla, como hizo Lenin con los reacios a su doctrina cuando salían de la cárcel y les pudieran escupir sus vecinos por la calle. Su epígono, Hitler, lo llevó a la perfección, pero a éste le derrotaron, al otro no.
No sé por qué, pero intuyo que el celo de las fuerzas de seguridad del Estado en reprimir el incumplimiento de los ukases sobre la reclusión, del que se quejan tantos ciudadanos díscolos, se debe a que ¡por fin! les dejan ejercer toda su autoridad sobre los transgresores.
Pregunta qué no se debe hacer a nuestra pareja en estos críticos días: ¿Qué harías tú sin mí?
A nuevos tiempos, nuevas técnicas narrativas. Se acabó eso de empezar los cuentos con "el otro día en autobús", ahora se impone, "el otro día en el balcón".
Apología del hogar en el cine a través de dos frases memorables:
"Mi caaasa": E.T., de Spielberg y
"En ninguna parte se está mejor que en casa": "El mago de Oz", de Minnelli. Véanlas con sus hijos, a ver qué dicen.
Otra película muy adecuada para estos días: "La ventana indiscreta", de Hitchcock...
Para los que se quejan de oír a todas horas "Resistiré", les recuerdo las horteradas que se cantaban en la primera revolución de los balcones, cuando todos nos hicimos patriotas frente a la insurrección catalana. Además, podría ser peor: que lo adaptaran al lenguaje en boga y fuera "Resiliaré". Nous sommes en guerre!
Aunque, bien mirado, otra canción muy adecuada es esa de Sabina que dice: ¿Quién me ha robado el mes de abril?...
Sí, es verdad, Albert Camus siempre tenía razón: «Nadie había aceptado realmente la enfermedad. A la mayoría, lo que más le importaba era lo que afectaba a sus costumbres o a sus intereses […] Su primera reacción, por ejemplo, fue culpar a la administración.» Camus, "La peste".
Al parecer, en el recuento de muertos de esta pandemia una cosa es morir "de" algo que morir "con" algo, importante matiz -Simon says- que sin duda se tiene siempre en cuenta en las bajas de guerra cuando un obús mata a un soldado con insuficiencia renal, pongo por caso.
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