Publicado en TheObjective.com, el 21 de enero de 2021.
Quien haya tenido ocasión de asomarse al abismo de las relaciones paternofiliales, y no digamos ya al de las relaciones entre educandos, habrá podido comprobar el progresivo deterioro de los referentes culturales más comunes, sometidos como están a unos programas de enseñanza que preparan a la juventud, de forma rápida y sintética, para la vida moderna que consiste en no saber nada de todo supuestamente– y mucho de una sola cosa. Todos conocemos los aterradores resultados que, a este respecto, llevan arrojando las encuestas sobre el rendimiento escolar desde hace ya muchos años, y que desde 1997 (cuyos datos utilizo para este artículo), cuando todavía no se había impuesto la “escritura rápida” de los mensajes en redes sociales, al parecer no sólo no han cambiado, sino empeorado. Escribir en un móvil es un latazo y esas limitaciones están contribuyendo a acabar del todo con la ortografía y también con el uso de los signos diacríticos y de puntuación. Incluso yo, que siempre pienso en aquello que decía Eugenio D’Ors de «contra el exabrupto, la gramática» y me paso horas buscando en mi móvil la exigua oferta de ese tipo de signos, a veces fracaso en el intento.
[...] Me voy a centrar ahora en los signos de puntuación pues los considero cruciales para mi argumentación. Walter Benjamin, escribió un ensayo breve, y por ello dos veces bueno, sobre su decadencia, fenómeno común a todas las lenguas de una misma cultura y que, en la nuestra, se habría iniciado en la segunda década del siglo pasado. No encuentro ahora la fuente directa, pero más o menos decía que dicho desuso expresa de forma fehaciente un proceso de debilitación y simplificación argumentativa y un cambio muy significativo en la economía del lenguaje. Si los signos de puntuación están desapareciendo, excepto el punto y a veces la coma, es porque están desapareciendo lo que expresan. Pérdida que a mi entender hay que lamentar porque, bien utilizados, son muchas veces la clave de esa cosa misteriosa llamada estilo.
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